Me decidí a crear este ciclo de conferencias, porque veo que los niños y jóvenes, estamos tan absorbidos por las nuevas tecnologías y por la televisión basura, que se está perdiendo el concepto de lo que hasta ahora los adultos han considerado normal, y que en realidad no se debería perder, porque el tiempo que perdamos ahora en cosas banales y sin fundamento, nos va a ser muy difícil recuperarlo en el futuro.
Después de mucho trabajo, he conseguido darle forma para que resultara interesante, tanto a personas de mi generación; adolescentes y jóvenes, pero también a aquellos que luchan diariamente con nosotros, como son nuestros padres y profesores. Y por supuesto, a aquellos responsables políticos que tienen el deber de difundir y apoyar las ideas constructivas y beneficiosas para la comunidad.
A través de mi experiencia, quiero demostrarles, que si quieres algo se puede conseguir, eso sí; con esfuerzo, sacrificio, trabajo, disciplina y mucha paciencia.
Tu éxito está en tu esfuerzo ©2016. Creado por Álvaro Cabo Ciudad®. Todos los derechos reservados. Idea original registrada en la Propiedad Intelectual bajo las licencias de: Safe Creative ID: 1507074578590 y Digital Media Right ID: AAA-1174-02-AAA.074851
Hola, He leído con interés su artículo sobre lo caro que sale ser pobre. Felicitaciones. Hay otro aspecto que me ha quedado muy claro: la otra razón por la que ser pobre sale caro.
ResponderEliminarLa persona que sabe que dispone de un presupuesto no mileurista hace dos cosas. Compra al mayor los artículos de uso mensual que están con descuento, y si el importe d su compra es mayor a 30 euros (o más), le llevan la compra a domicilio en las horas que usted especifique.
Por otro lado, el pobre tiene que comprar en los lugares cercanos a su casa donde cada producto tiene un enorme sobreprecio y lo hace porque sólo puede permitirse un artículo de cada cosa y el importe del costo del transporte no justifica ir al supermercado que ofrece descuentos.
Solamente por esa razón, el pobre termina pagando el doble o el triple del costo de cada artículo.
Uno diría que la solución son las pequeñas cooperativas. Desdichadamente, aquí estas instituciones, al igual que los sindicatos, no sirven a sus socios sino al beneficio de quienes los dirigen.
Se puede paliar en parte esta situación si a una ONG se le ocurriera instalar un pqueño espacio en una iglesia o cualquier oficina que disponga del espacio necesario para dos o tres veces por semana,, comprar lo suficiente de los bienes básicos siempre que no incluyan carnes, etc. Para que cada barrio tenga un sitio donde comprar a precios de supermecado con descuento estos bienes. No es mucho hacer y mitigaría en mucho el derroche de comprar a precios desorbitados.
Sólo es una idea,. Usted tiene los medios para lograrlo.
Gracias por su atención.