¿La clave para salir de la crisis? Mente millonaria.

 “Principio de riqueza: si quieres modificar los frutos, tendrás que modificar primeros las raíces”

¿Es fácil responder a la pregunta cómo se sale de la crisis? Desde luego que no. Si lo fuera no sería la favorita de los periodistas para nuestros amigos los políticos. Pero hoy no vamos a hablar ni de medios, ni de memócratas. Hoy venimos a responder a esa pregunta tal como hice hace cuatro años con mi primer post Mis pautas para salir de la crisis, pero en esta ocasión de una forma directa.

Pregunta: ¿Qué está fallando a nivel global para que la mayoría de países no sepan gestionar sus riquezas? 

Respuesta: No se nos educa con la mente dirigida al éxito. Tenemos mente pobre.

Supongamos un mundo en el que el 100% de los políticos fueran honestos, es decir, cumplieran sus propuestas, no robaran, estuvieran preparados para el puesto que fueran a ocupar... ¿Se acabarían las desigualdades y viviríamos en un mundo feliz? Por desgracia NO, ya que el problema de que el 95% de la población sea más pobre que el 5% restante no es culpa ni de políticos poco honestos, ni del horóscopo ni de los extraterrestres. Es que no se nos ha educado para tener dinero.

Referido a la solución que aporto en el título, hay cientos o miles de libros dedicados a este concepto abstracto de mente millonaria, pero... ¿A qué se refieren? 
Bien, estadísticamente el 80% de la población no está preparada para tener dinero y el mejor ejemplo, sin duda, fue la burbuja inmobiliaria.

En aquel momento los jóvenes dejaban sus estudios para dedicarse a la construcción ganando dinero a espuertas, así que, a sus 18 años, se veían como unos lobos de Wall Street. Habían hecho una fortuna sin tener estudios, eran unos triunfadores, ¡para qué iban a perder el tiempo en abrir un libro! si  de la noche a la mañana se encontraron con coches alta gama, dispositivos de última generación, casas enormes donde no faltaba una televisión de plasma gigante, viajes al Caribe en hoteles de todo incluido, ropa y perfumes de marca, joyas, relojes...  Pero este sinsentido se acabó en 2008, cuando toda  esta falsa realidad explota y se encuentran arruinados, sin estudios, con acreedores por todos lados e incluso con adicciones. Dejan de depender del dinero fácil a depender de las ayudas del gobierno porque no han sabido invertir ¿No nos suena esto de algo? 

1. Las personas con mente millonaria temen los pasivos.
Si ya nos hemos decidido a crecer y a asegurarnos un futuro de éxito, tenemos que saber gestionar nuestros primeros beneficios. 
A los 16 años, algunos de estos albañiles que acabaron quebrando se gastaron su primera paga en pasivos.
En cambio, a sus 16 años, Carlos Slim invirtió su primera paga en una acción del Banco Nacional de México. Años más tarde se convirtió en el hombre más rico del mundo.

2. Arquitectos de sus vidas.
Les voy a contar la diferencia entre tigres y ovejas, los tigres son magnánimes, son los que dirigen su vida y los que quieren diferenciarse del montón. Las ovejas o pusilánimes son aquellos que se creen libres, pero en realidad son esclavos de modas, víctimas de lobos con piel de cordero.  

Pero no solo se quedan ahí, sino que acaba marcando la diferencia entre ricos y pobres.

El pobre prefiere lo cómodo, lo seguro.
El rico va a por todas.

El pobre envidia a los modelos de éxito, no quiere tenerlo todo, sino que los demás no lo tengan.
El rico admira y lucha por ser mejor que sus modelos de éxito.

Los pobres se marcan pequeñas metas.
Los ricos apuntan a la luna para llegar a las estrellas.

Los pobres ven obstáculos.
Los ricos ven grandes oportunidades.

Quiero que sepan que quienes piensan en grande, por lo regular adquieren logros mucho más importantes que los que no lo hacen. Nuestras mentes y cuerpos son capaces de lograr lo que nos propongamos, siempre y cuando nos enfoquemos en el éxito y en el verdadero camino del compromiso personal. Así se sale de la crisis, los gobiernos no quieren que tú sepas esto, no hay más secreto.

 ¡HASTA LA PRÓXIMA!

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